viernes, 30 de julio de 2010

Morir de risa

Dan ganas de renunciar a muchas cosas. Calamaro ya anunció con solemnidad que decía adios a la progresía si es que aquella corriente ideológica sirve sólo para prohibir. Ahora, gracias a unas personas muy preocupadas por cómo matan a los animales en las plazas y no en otros lugares, Barcelona se quedará sin toros a partir de 2012. Eso sí, los correbous que ni los toquen, que ahí el animalito se lo pasa bien con sus cuernos en llamas y los mozos (más bien, mossos) atosigándole, tirándole del rabo, etc.

El colgado más lúcido que ha habido nunca lo dijo así en el programa de Buenafuente:



Por si lo queréis leer, aquí tenéis la transcripción:
"Con solemnidad y no sin cierto pesar, renuncio con el estado televidente español de testigo a mi status de progre, sospechado de rojo y libre pensador. Renuncio a la progresía porque quiero corridas en Cataluña, quiero correrme en una Fiesta de arte y muerte, verte correrte de buena suerte, y es más, quiero que vuelva José Tomás en Barcelona de nuevo y no me muevo de mi respeto a las tradiciones y que los papelones los haga mi compatriota que juntó cuarenta firmas por la derrota de esta fiesta que pintaron Goya y Picasso y por si acaso no quedó claro, le aclaró mi buen Andreu, que hago bulto por la libertad de culto y si prohibir es progesía y el progre es rabioso anti rojo, mi antojo es renunciar al progresismo ahora mismo".

Tras la lectura del manifiesto, que según dijo había escrito en un taxi, Buenafuente indicó que, claro, hay que tener en cuenta el sufrimiento del animal, a lo que Calamaro respondió lúcidamente: "La próxima vez que vayamos a comer carne, digamos que nos garanticen que este solomillo ha muerto de viejo, o de risa. ¿Murió de risa este solomillo?».

Pues eso.

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